La Tormenta del 18 de Setiembre

La tormenta del 18 de Setiembre

Las incoherentes imágenes de mi reciente sueño aún no se han diluido cuando mi inconciente me advierte que grandes nubarrones de pensamientos amenazan mi madrugada.
Trato de huir y refugiarme en los brazos de Morfeo, pero ya es tarde y estoy atrapado en una fuerte precipitación de ideas.
Desprotegido y empapado por la inesperada lluvia siento el frío de cosas por resolver calando hondo en mi cuerpo.
Fuertes vientos de incertidumbre sacuden las posibles soluciones que elucubro y no puedo mantener un rumbo fijo ni orientarme. 
Trato de anclarme a un solo tema pero la tempestad ya se ha transformado en huracán y me lleva rodando por una larga sucesión de pendientes.
Sé que en algún momento deberé arribar a alguna llana conclusión donde pueda afirmar mis futuros pasos, pero por el momento no tengo más remedio que dejarme llevar y caer en una continua repetición de traspiés sin sentido.
Una idea relámpago ilumina el vasto territorio de mi atormentado cerebro. 
La fugaz luz me permite ver que el panorama ya no está completamente cubierto de negativos nubarrones y que mi situación está un poco más nivelada.
Poco a poco la tormenta se va disipando y al alejarse se lleva al olvido hipotéticos planteamientos no puestos por escrito.
Por aquí y por allá aún caen algunas ideas en gotas, pero son evaporadas rápidamente por el fulgurante sol de mi desvelo. Entonces con total iluminación recuerdo que preocuparse es ocuparse anticipadamente y con ese último pensamiento decido tratar de dormirme.
Irónicamente, cuando llega la calma interna y comienzo a caer dormido, escucho que afuera comienza la tormenta esta madrugada del 18 de Setiembre.

Walter Vitureira
Primate desvelado

No hay comentarios:

Publicar un comentario